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28 de noviembre 2023
La planta de producción que la empresa de tecnología médica B. Braun tiene en Jaén, con una plantilla de 180 personas, destaca tras sus 35 años de historia por su gestión tecnológica y la adopción de medidas sostenibles en un entorno alejado de las grandes urbes farmacéuticas, según han explicado sus responsables.
La instalación andaluza cuenta con un nivel de producción que ronda los 45 millones de unidades anuales, concentrados en la elaboración de fármacos inyectables de pequeño volumen (ampollas y viales líquidos y polvo) y fórmulas de uso tópico como pomadas y cremas, lo que representa al menos “17 moléculas” que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) considera estratégicas para el sistema sanitario español.
El gerente de la planta, Ginés Díaz, trabajador desde hace 28 años de B. Braun, ha comentado que su objetivo es “seguir apostando por el desarrollo de la Planta de Jaén”, sobre todo en lo relacionado con las nuevas tecnologías y la sostenibilidad.
En las instalaciones industriales de Jaén, el equipo redujo el consumo de agua en un 35 % en los últimos tres años, gracias al aprovechamiento de “agua para inyectables” sobrante en la producción, tanto en la actividad diaria de la planta como en la refrigeración de los aparatos industriales, las instalaciones antincendios o el uso de los baños de la empresa
Además, la planta recibió el premio ‘Supplier with the Best Sustainability Performance of the Year’ del laboratorio farmacéutico con sede en Reino Unido Accord Healthcare por la sustitución de los estuches de plástico que contienen el medicamento final por otros de cartón 100 % reciclable.
Asimismo, la planta aplica otras medidas sostenibles como la clasificación de los residuos, en especial, la trituración del vidrio para su reutilización o el uso de energía verde en todos los procesos de fabricación de la planta.
De hecho, esta instalación de Jaén está certificada con ISO 14001 de sistemas de gestión medioambiental (SGMA) así como por EMAS, que reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un SGMA y han adquirido un compromiso de mejora continua, verificado mediante auditorías independientes.
La planta de Jaén de B. Braun fabrica productos inyectables que no pueden ser esterilizados después del llenado, por lo que utilizan la tecnología de llenado aséptico, una técnica “que pocos laboratorios realizan” debido al nivel de especialización que requiere.
“La parte humana es la más importante. Los equipos han de estar muy bien formados para trabajar en ese entorno tan especializado de salas limpias clasificadas y evitar cualquier contaminación del producto”, ha comentado Díaz.
Además, desde este centro destinan más de un tercio de su producción a otros laboratorios farmacéuticos europeos o internacionales que, como han afirmado en la entidad, han encontrado en Jaén un aliado estratégico. “La pandemia de la covid-19 demostró la necesidad de contar con fabricantes europeos, algo que reconocen ahora desde la Unión Europea. En ese sentido, y por la importancia de los medicamentos fabricados, nos hemos convertido en un socio indispensable para los sistemas sanitarios”, ha valorado Ginés Díaz.
Bajo su criterio, “con la deslocalización de la producción de muchas materias primas a países en vías de desarrollo, Europa se ve forzada a importar muchos de los materiales esenciales en la producción farmacéutica, por lo que, la ubicación de B. Braun en Jaén es igual de competitiva que las empresas establecidas en las grandes urbes”
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